Sa Font Salada

Sa Font Salada es una playa tranquila y apartada situada aproximadamente a 12 kilómetros del pueblo de Artà en Mallorca. Se reconoce por su estado inmaculado y su ambiente sereno, convirtiéndola en un refugio lejos de las bulliciosas multitudes del turismo masivo.

La playa tiene una longitud de unos 40 metros y un ancho de 30 metros, y su arena fina y blanca contrasta hermosamente con el agua turquesa. Este vibrante color del agua no solo proporciona una sensación caribeña, sino que también ofrece una vista espléndida para los entusiastas del esnórquel y el buceo. Detrás de la playa, un arroyo puede llevar agua dependiendo de la estación, añadiendo al atractivo natural de la playa.

A pesar de su relativa lejanía, Sa Font Salada se puede acceder tanto a pie como en barco. La ruta a pie, conocida como Camí dels Carabiners, serpentea a lo largo de la costa desde Cala Estreta y toma aproximadamente dos horas y cuarto desde el área de estacionamiento. Sin embargo, los visitantes deben tener precaución ya que el camino bordea el borde de un acantilado y puede ser peligroso en ciertos puntos. Alternativamente, se puede llegar a la playa alquilando un barco, proporcionando una perspectiva diferente de la impresionante costa.

En cuanto a servicios, Sa Font Salada está en gran medida sin desarrollar, sin restaurantes ni instalaciones cercanas. Esto contribuye a la atmósfera serena de la playa, haciéndola un lugar ideal para aquellos que buscan un retiro tranquilo. La playa suele estar poco concurrida, particularmente en las primeras horas de la mañana, proporcionando a los visitantes una sensación de aislamiento. Sin embargo, las condiciones de la playa pueden fluctuar con el clima, y en días de mares agitados, nadar puede volverse desafiante y la playa puede acumular escombros. A pesar de estos inconvenientes ocasionales, el encanto natural y la tranquilidad de Sa Font Salada la convierten en un destino encantador para los visitantes que buscan una experiencia de playa serena.