Shanklin Beach

La playa de Shanklin, un notable destino costero, está situada en la costa sureste de la Isla de Wight. Caracterizada por una mezcla de arena y guijarros, es conocida por su pendiente suave que es adecuada para nadar y sus características de seguridad, lo que la convierte en un lugar ideal para que jueguen los niños.

La playa está respaldada por un paseo marítimo inglés tradicional y está adornada con majestuosos acantilados. Espigones apoyan la playa manteniendo la arena en su lugar. Una característica significativa de la playa es un alto muro marino y un paseo pavimentado entre el mar y el paseo marítimo. La playa tuvo una vez un muelle que fue destruido por un huracán en 1987, pero ahora hay un mirador semicircular con bancos, que marca la antigua entrada al muelle.

El Paseo Marítimo de Shanklin, que bordea la playa, alberga varias atracciones tradicionales británicas de la costa. Cuenta con una gran sala de juegos con actividades como golf loco, bolos, karting y golf bajo techo. Las actividades al aire libre incluyen campos de golf loco con temas de piratas y dinosaurios. Hay varias comodidades disponibles, como cafeterías, tiendas de playa y alquiler de tumbonas. Para aquellos que buscan una experiencia de playa activa, también se ofrecen deportes acuáticos.

Para cenar y alojarse, el extremo sur del Paseo Marítimo está lleno de hoteles, pubs y restaurantes. Las cabañas de playa están ubicadas a lo largo del muro marino, y hay un pub con techo de paja llamado Fisherman's Cottage al pie de Shanklin Chine.

Se puede acceder a la playa caminando desde el antiguo pueblo de Shanklin a través de una ruta escénica que pasa por árboles y parques. El estacionamiento está convenientemente disponible a lo largo de la costa, y hay un aparcamiento adicional a mitad del frente. Las opciones de transporte público incluyen los autobuses Southern Vectis y la línea de tren Island Line, siendo Shanklin la última parada.

A pesar de su popularidad, la playa de Shanklin no está demasiado concurrida. Mantiene un equilibrio entre ser un punto turístico mientras preserva una sensación de tranquilidad. Se aconseja a los visitantes no alimentar a las gaviotas, ayudando así a mantener la limpieza y el equilibrio ecológico de la playa.